Café, conversación...

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miércoles, 12 de noviembre de 2008

Ingresó cadáver


La mesa del depósito está fría. Pero ya no me importa. Me podría haber importado tres días antes, cuando aquella monada rubia entró por la puerta de mi despacho con aquella carita de damisela en apuros y aquel vestido tan corto. Y si entonces hubiese hecho caso a mi intuición y me hubiera largado de allí, no habría descubierto que la mesa está fría. Al menos, no de momento. Sin embargo, mi intuición no pudo hacer mucho ante la sensación que quemaba mi cuello al ver aquellas piernas cruzarse en el sillón destinado a los clientes, y cuando la preciosidad abrió la boca en busca de protección y consuelo, tuve que recurrir al whisky para no caer en coma allí mismo. Después buscó en su bolso hasta encontrar una foto y, pasándomela por encima del escritorio, me dijo que tenía mucho miedo. Concentré mi atención a duras penas en la foto. Conocía al mastodonte que me miraba desde ella con aspecto mezquino, Dos Toneladas Galento, un auténtico tipo duro con el que era mejor no cruzarse. Yo sabía todo aquello, y aún así no pude evitar que salieran de mis labios aquellas palabras fatales que la convirtieron en mi último cliente. Hasta aquí, pude evitar todo lo que vino después al menos en un par de ocasiones, pero el movimiento de aquellas caderas al salir del despacho acabaron con cualquier posibilidad de hacerlo. Hay quien lo llama destino, yo prefiero darle su verdadero nombre: estupidez.

14 comentarios:

Duncan de Gross dijo...

Me encantan estos relatos que nos regalas Wren, espero que sigas con más porque disfruto desde la primera hasta la última palabra, es muy bueno, ;)

Laura dijo...

Suscribo todo lo dicho por duncan de gross, TODO.
Y añado. ¡cómo consigues recrear el ambiente!

Yomismo dijo...

Grandioso relato.

Anónimo dijo...

Como me gustan los relatos de femmes fatales y de investigadores atormentados.

Las verdades armas de una mujer: las caderas, los labios, los pechos, los dedos... y las que saben mirarse en el espejo, bien que lo saben.

SILVIA dijo...

ME ENCANTO EL RELATO¡¡¡¡
A VECES LO QUE NO SE DA , ES POR ALGO, PORQUE ASI DEBE SER¡¡¡
TE MANDO UNBESO¡¡¡¡
SEGURE PASANDO A LEERTE¡¡¡

Dánae Rain dijo...

Me parece como una peli de Humphry Bogart, el deseo suspenso en el aire espeso y la frialdad de una mesa de la morgue. Muy bueno, un auténtico Halcón Maltés.

Lupe Montero dijo...

¡Genial! Me ha gustado mucho...
Me he acordado (no es que tenga mucho que ver) de aquel corto de terror en que el muerto sobre la camilla no estaba muerto y no era capaz de comunicarse con los que le iban a hacer la autopsia. Fue terrible...
Saludos

Irene dijo...

A mí me ha recordado a un libro de Reverte (creo que es la tabla de Flandes), cuando describe a la viuda Taillefer (increíble que me acuerde del nombre de la "fulana" en concreto, y no del título del libro en el que aparece... así me funciona la cabeza XD)
Bueno, me ha parecido MUY bueno.

Anónimo dijo...

Es increible el riesgo que podemos llegar a correr por una cosa bonita. Como seguirle el juego a la vecinita rubia, la que vive con ese tipo adicto a las pesas y a otras cosas, cuya mirada coqueta actúa a la par que sus poco disimulados roces mientras subís los tres en el ascensor.

¿Merece la pena jugarse el tipo por algo así? Sin duda. Así es la vida, y por mí que el mundo siga girando. Por cierto, ¿tendrá azúcar la vecina? Voy a preguntar y quizá algo más.

La Pequeña Candi dijo...

Es ideal para oirlo por la radio con voz de gangster de novela negra y músiquita... Exquisito relato.
Un saludo.

Laura dijo...

Muy bueno. Perdona por no pasarme últimamente, pero ando fatal de tiempo.
Besos.

Auggie Wren dijo...

Gracias una vez más por los halagos.

Irene: El libro de Reverte (mi autor español favorito, aunque no sea de novela negra) en cuestión es "El club Dumas", un genial cruce de novela negra con historia sobre libros.

Laura: No hace falta que pidas disculpas. Siempre serás bienvenida al estanco. Disfruta.

Sláinte.

Irene dijo...

Vale ahora la que se pone colorada soy yo... perdón por el error, pero yo devoré todos los libros de Reverte durante 4º de la ESO y han llovido ya años... ahora mismo los tengo del todo mezclados en mi cabeza, pero no sé porqué ayer me vino a la cabeza la imagen mental que me había hecho en la cabeza de ese fragmento al leer tu relato.
Mil perdones!

Sol - Estaré siempre dijo...

Buenisimo...!!! Pero no es la continuación del anterior... o si??? Solo que le diste un toque DISTINTO para cambiar de ambientación... es como OTRO CUADRO de la historia.. uf!!! Y vendre pòr mas!!! Besos cielo!!!