Café, conversación...

Café, conversación...

sábado, 30 de agosto de 2008

A vueltas con la Unión

Llama la atención el efecto que está teniendo el último proceso electoral estadounidense en nuestro país.

Primero pensé, ingenuo yo, que nos sentíamos una nación responsable que quería seguir muy de cerca las maniobras de guerra de la democracia líder. Algo así como una especie de responsabilidad simpaticona para con el resto del planeta.

Como no pega con el comportamineto habitual de nuestro pueblo, luego de reflexionar llegué a la conclusión de que eso no era posible, y que tan sólo estábamos aprovechando la grieta para hacernos con un tema de conversación perfecto.

Así, con total frivolidad y desconocimiento, medios y masas se ponen a la labor. Como decía, la situación es ideal: ocho años del tan denostado Bush (como la canción de los Beatles, "Here, there and everywhere"), un malo malote sucesor que toma por escudera a la Gobernadora de Alaska, el compadre salvador -aquí la raza no importa, sino el estilo- en el que la mitad cree a pies juntillas y que es considerado un farsante por la otra mitad, la crisis del país, Irak, la Clinton a la que le sobrevino una pájara electoral... La historia lo tiene todo, vamos, mejor que en una película de John Ford.

Y así estamos, a vueltas con la Unión, como si convencer a nuestros vecinos y amigos fuera vital, como si tuviéramos que ir a las urnas mañana mismo, dejando al hablar un pastoso reguero de vanidad y ganas de tocar los cojones. Para la historia queda la confesión de José Blanco, que a pesar de que apostaba por Obama en las primarias, no quiso decir nada para no interferir en el proceso electoral. Se lo cuentas a un cura...

jueves, 28 de agosto de 2008

Saved, Rescue me, y otras series de gente normal

Lo admito. Durante mucho tiempo estuve enganchado a "House". "Life" es algo pasable y "Shark" no la soporto. Y es que ya está bien. Con "House" empezó un modelo de serie que en poco tiempo, ha sido explotado demasiado. El protagonista es un genio, el mejor en su trabajo, que siempre utiliza unos métodos nada convencionales y siempre tiene razón. Y por el camino, insulta a todo el que se cruza en su camino. Y la audiencia se enamora de estos personajes tan listos, que no saben hacer la "o" con un canuto en su vida privada.



Este sistema estaba bien, al principio. Porque era nuevo. Porque eran personajes muy atractivos. Porque, en definitiva, hacen lo que no podemos hacer los demás: saltarnos las reglas ("House las ignora", como diría Foreman) y además salirnos con la nuestra. Pero se acabó. Hace poco descubrí un par de series que me atraparon sin necesidad de protagonistas brillantes ni diálogos que pretenden ser profundos (aunque se queden en la superficie).



La primera de ellas es "Saved": Wyatt Cole, hijo de un prestigioso médico y ex-estudiante de medicina, trabaja ahora como paramédico (enfermero de ambulancias, en cristiano) en las calles de Portland (Oregón). La serie tiene un tono semejante al de "Al límite", el film de Scorsese donde Nicolas Cage interpretaba a otro paramédico. Y no se necesita más. Cole es una persona normal, como yo o cualquiera que lea esto,con sus problemas (entre ellos, sus problemas con el juego) y que además tiene que lidiar cada día con la mierda de la calle. La serie, por otra parte, cuenta con una de las mejores bandas sonoras que había visto en estos trabajos.



La segunda es "Rescue me", una interesante visión de la vida de un parque de bomberos en Nueva York tras el 11-S. El protagonista, Tony Gavin, es un hombre con tendencia a correr riesgos cuya vida personal está continuamente al borde del colapso.



En resumen, dos series sobre personas normales que refrescan el panorama televisivo con situaciones corrientes. Dos trabajos que devuelven al hombre de la calle al centro de mira, para demostrarnos una vez más, que las historias más importantes son las que nos ocurren cada día.






domingo, 24 de agosto de 2008

El caballero oscuro


Anochece sobre la ciudad de Gotham, pero los criminales ya no se atreven a salir. La razón: un hombre, un sólo hombre tras la máscara de un murciélago: Batman (Christian Bale, "El truco final"). El hombre murciélago vela por la seguridad de los ciudadanos, a pesar de la orden de búsqueda y captura que pesa sobre él. Sin embargo, su trabajo se va a ver seriamente complicado. Un nuevo enemigo, al que nadie ha visto, pero cuya única mención provoca un hormigueo en el espectador: el Joker. Un nuevo Joker, después de la más que correcta interpretación de Jack Nicholson en "Batman"(1989, Tim Burton), interpretado por Heath Ledger (quien falleció poco después de terminar el rodaje), para el que ya suena un Oscar póstumo, y no es para menos: su interpretación es impresionante, creando un personaje mucho más oscuro (y por lo tanto más fiel comic de Alan Moore, "La broma asesina", que a cualquier otro). Un Joker completamente loco, desquiciado, desaliñado, un perro rabioso, psicótico, en sus propias palabras: "Un agente del caos".

Pero no sólo de malvados vive esta segunda parte de la trilogía de Christopher Nolan (director, además de "Batman begins", de esa maravilla que es "Memento"), porque si de algo se precia "El caballero oscuro", es de convertir una película sobre superhéroes (vigilantes más bien, Batman no tiene poderes) en un dilema moral, una lucha entre el Bien y el Mal, pero también el conflicto interno de cada uno, nuestra propia lucha entre el Bien y el Mal que llevamos dentro. Ese conflicto está representado en Harvey Dent (Aaron Eckhart, "Gracias por fumar"), fiscal de Gotham, el apodado "El caballero blanco", un hombre justo en tiempos injustos, que se verá manipulado por Batman y el Joker, en un juego oscuro cuyo resultado es imprevisible. Por otra parte, este dilema presente tiene su máximo exponente en una secuencia protagonizada por dos barcos, que se ven obligados a tomar parte en una de las macabras bromas del Joker.

Secundarios de la talla de Michael Caine ("Alfie"), como Alfred; Morgan Freeman ("Cadena perpetua"), como Lucius Fox, ingeniero de la compañía Wayne; o Gary Oldman ("Amor inmortal"), como el teniente Jim Gordon; colaboran a elevar varios enteros nivel, con actuaciones, en especial la de Oldman, dignas de mérito.

En definitiva, un excelente trabajo que pone a Batman, y con él al género de superhéroes, en el lugar donde debería estar, y no tratarse solamente de cine "palomitero", como muchos lo consideran. Una película que nos devuelve al héroe más oscuro al lugar que le pertenece: embozado en su capa, entre las sombras de los callejones.

viernes, 22 de agosto de 2008

Hollywood, contado por Charles Bukowski


"Francine y Jack y muchas otras personas volvieron a sus roulottes. Yo detestaba las largas demoras entre una toma y otra. Las películas costaban una gran cantidad de dinero porque la mayor parte del tiempo nadie hacía nada más que esperar y esperar y esperar. Hasta que esto no estuviese listo y aquello no estuviese listo y la peluquera acabase de mear y el consejero técnico hubiese dado su consejo, no pasaba nada. Todo era una paja deliberada, un sueldo para esto y un sueldo para aquello, y había sólo un hombre que estaba autorizado a poner un enchufe en la pared, y el técnico de sonido estaba cabreado con el ayudante de dirección, y luego los actores no se sentían bien porque así es como se supone que deben sentirse los actores, y así sucesivamente. Era todo malgastar, malgastar, malgastar. Incluso en esta película con un presupuesto extremadamente bajo, me daban ganas de gritarles: YA ESTÁ BIEN, ¡ACABAD CON TODA ESTA MIERDA! ¡AQUÍ NO HAY NADA QUE SE PUEDA HACER EN DIEZ MINUTOS Y VOSOTROS HABÉIS ESTADO HORAS HACIENDO EL TONTO!
No tenía cojones para decirlo. Yo sólo era el escritor. Un gasto menor."
Hollywood, Charles Bukowski
1989

miércoles, 20 de agosto de 2008

Magia negra

Se nota en la trastabillante forma de los ojos. Buscan por dentro imágenes ya vistas. Un recuerdo, una siniestra costumbre de España.

Aeropuerto de Barajas. Pista 36-L. Una imagen que no olvidaré: decenas de ambulancias a toda velocidad, levantando polvo, como una carga de caballería lanzada hacia el desastre.

He telefoneado a varias personas esta tarde. He hablado con mi familia y he escuchado relatos en televisión y radio. Esa misma suerte de premonición era compartida por muchos:

"Pensé que había sido otro atentado"

Qué terrible marca para nuestra sociedad, indeleble, irreparable, imperdonable. Yo, aún hoy, me sorprendo en ocasiones asustado cuando cortan la programación para el avance informativo. Hubo un período de mi infancia en que eso significaba malas noticias, continuamente. Corte en televisión, y sigo oyéndome decir: "Otra vez".

Y me da rabia saber que no es sólo cosa mía.

martes, 19 de agosto de 2008

Lo que hay que ver

Muy de vez en cuando se encuentran curiosas muestras de ingenio entre tanto chistoso de barra de bar. El otro día, un cliente me enseñó este vídeo y quedé asombrado y exhausto de tanto reirme.

Como habéis tenido mucho desgaste, comentando nuestra última entrada, os lo agradezco con un poco de humor.

lunes, 18 de agosto de 2008

De regatas, daneses y croatas


Ahora mismo, mientras escribo esta entrada, todavía no se sabe quién se llevará el oro en la prueba disputada hoy (bueno,ya ayer). El caso parece ser el siguiente. El equipo danés, tras romper el palo mayor de su nave, tomaron prestada la del equipo croata, aprovechando que éste no participa en la final de hoy, ya que en la anterior prueba habían quedado en el puesto diecisiete y no habían logrado calificarse. Hasta aquí, un poco raro sí es, pero nadie habría dicho nada si, ¡sorpresa!, el equipo danés no hubiese ganado la prueba, quedando España segunda.

Es entonces, y sólo entonces, cuando los nuestros claman al cielo, alegando que la embarcación empleada por los daneses no era la suya, y claro, eso va contra el reglamento, no jodas, somos civilizados o qué, etcétera, etcétera. Y por lo visto aún andan a vueltas, después de decidir (y les ha llevado mucho tiempo la decisión) que la carrera sí era válida.

Pero vamos a ver, espera un momento, ¿no se supone que antes de empezar la prueba se comprueba los barcos que compiten y todo eso? ¿Es que nadie se dio cuenta de que los daneses competían con un barco que no era suyo? No espera... que todavía no habían ganado. Porque si llegan a competir con el barco croata y quedan los novenos, nos pasamos el reglamento por el arco de triunfo y aquí paz y después gloria.

Todo el mundo, yo incluido, espera que España consiga todas las medallas que pueda en los Juegos Olímpicos, pero no así. Hay que dar al César lo que es del César. Dinamarca ha ganado la prueba, demósles a esos hombres su merecida medalla de oro, y resignémonos al segundo puesto, que si bien a todo el mundo le gusta ganar, a mí por lo menos me gusta hacerlo sin tener que recurrir a tecnicismos. Eso no diría nada a nuestro favor, porque eso no es propio de españoles ni de nadie que se precie de representar, ante los ojos de medio mundo, a España y su bandera.

jueves, 14 de agosto de 2008

Jazz at Massey Hall

Uno de mis discos favoritos de jazz: nunca escucharán un 'bebop' igual. Una de las mejores grabaciones, imprescindible. Presentamos " the Quintet' - Jazz at Massey Hall ".



Massey Hall, Toronto, Canadá. 15 de mayo de 1953. Noche de concierto. "Me han dicho que viene gente importante hoy" "Te equivocas, amigo: hoy tocan los mejores". Los precursores del estilo 'bebop' fueron contratados por la New Jazz Society, un grupo de aficionados al jazz, que quisieron reunir a las más brillantes figuras del momento: Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Max Roach, Charlie Mingus y Bud Powell. Todo normal hasta aquí, pero hay algunas anécdotas bastante interesantes, que ensalzan más aún la magia de este álbum en vivo.


Charlie Parker llegó a Toronto sin saxo. Las malas lenguas dicen que lo había empeñado en Nueva York para pagarse una dosis de heroína. Tuvo que tocar con un saxofón de plástico prestado por una tienda local. Bud Powell acababa de salir del sanatorio mental de Creedmore, en Long Island y tocó totalmente bebido. Además, Dizzy Gillespie y Charlie Parker atravesaban por fuertes tensiones personales, y no parecía el mejor momento para ponerlos a tocar juntos. Pero no acaba ahí la cosa: esa misma noche se celebraba la pelea por el título mundial de los pesos pesados: Rocky Marciano Vs. Jersey Joe Walcott. El concierto fue un fracaso de público. Se vendieron tan sólo 700 entradas para un aforo de 2500 personas. Dizzy Gillespie era un gran aficionado al boxeo, y se dedicó a observar el combate, más que a estar concentrado en la actuación.


A pesar de todo lo anterior, lo más impactante es que el concierto nunca se debía haber grabado. Charles Mingus llevó una grabadora aquella noche. Estaba cansado de ser un títere en manos de los contratistas y pensaba editar el concierto con su casa, DEBUT. De hecho, en el concierto, la parte de bajo quedó tan mal registrada que posteriormente el propio Mingus regrabó todo su trabajo para la edición del concierto. Una historia ajetreada para una grabación.


Lo importante es la música. Me gustaría dar una descripción acertada, pero no creo que sepa acerlo. Los cinco están en el mismo cielo, y son capaces de mantener su reputación. Sencillamente espectacular, un quinteto de genios para todos los siglos que puedan venir.



INTERPRETES
Charlie Parker - Saxo alto
Dizzy Gillespie - Trompeta
Max Roach - Batería
Charlie Mingus - Bajo
Bud Powell - Piano



CANCIONES
"Perdido" (Juan Tizol, Hans Lengfelder, Ervin M. Drake)
"Salt Peanuts" (Dizzy Gillespie, Kenny Clarke)
"All the Things You Are/52nd Strett Theme" (Jerome Kern, Oscar Hammerstein II/Thelonious Monk)
"Wee (Allen's Alley)" (Denzil Best)
"Hot House" (Tadd Dameron)
"A Night in Tunisia" (Gillespie, Frank Paparelli)

martes, 12 de agosto de 2008

Hipocresía periodística o Cuánto nos gusta meternos con los demás


Juegos olímpicos en China. Miles de personas trabajando a destajo. Un ceremonia inaugural a la que asisten todos los peces gordos, traje y corbata, los países unidos por el deporte y toda esa murga. Fuegos artificiales y una niña dulce que canta como los ángeles. Y días después, salta la verdad (porque la verdad no corre, ni vuela, salta directa a la yugular): los fuegos artificiales eran una simulación y la niña dulce hacía playback mientras entre bambalinas los organizadores escondía a la verdadera cantante, no tan dulce y con los dientes mellados.

Esto ha ocupado minutos en los telediarios y mucho espacio en las bocas, ya de por sí demasiado grandes, de muchos periodistas que empezaban la noticia con referencias a la situación de los derechos humanos en China y terminaban de dar la noticia con un "Vergonzoso".

Voy a empezar con de los fuegos artificales, porque también tiene su miga. Eran efectos especiales. Bien. ¿Y qué? ¿Acaso ya nadie se acuerda (yo no recuerdo los Juegos, pero sí la imagen) de que en los Juegos Olímpicos de Barcelona organizaron un montaje con la flecha, la llama olímpica y la madre que lo parió? Porque sí, al final resulta que era un montaje, y no lo admitieron hasta hace bien poco. Pero eso no pasa nada claro, fuimos nosotros, y bien hecho está.

En cuanto al tema de derechos humanos, todos sabemos como está la situación en China (o creemos saber). Pero, ¿es acaso el único país donde la situación es así? No padre. Pero ahora China sale en las noticias todos los días, y claro, tenemos que hacer como que nos importa, porque si no, ¿qué va a pensar la gente de nosotros? En otros lugares la muerte es la pena por no profesar la fe que impone el gobierno, pero nada de abrir la boca, eh, no sea que entren moscas.

Y finalmente, el tema de la niña. Aquí es donde viene el quid de la noticia. Me resulta muy curioso que sean los periodistas quienes se adelanten a denunciarlo, puesto que ellos hacen lo mismo todos los días. ¿O es que nadie se ha dado cuenta de que todas las mujeres que presentan el telediario están pero que bastante buenas? ¿No hay periodistas buenas y feas, sólo las guapas son buenas y valen para dar el telediario? Ay..., si es que si no fuera por ellas a lo mejor alguno dejaba de ver el telediario. Y eso por no hablar de otros programas (Si no fuera por Berta Collado a ver quién se tragaba los reportajes de "Sé lo que hicisteis...")Por lo visto, en el currículum la aspirante debe de poner sus estudios, experiencia y talla de sujetador; y nada de cuellos de cisne, eh, queremos buenos escotes, no te preocupes que tenemos calefacción y no te enfrías.

domingo, 10 de agosto de 2008

Por la mañana


Un reloj un par de manzanas más allá: llegaba tarde a la oficina. Al galope por la acera. Me introduje furtivamente en el edificio, puerta de "Sólo personal autorizado".

Mis negocios no iban bien. Ni un sólo beso en la mejilla en el último mes, nada de dinero extra, mucho papeleo. En ocasiones, durante el trabajo, comenzaba a sudar de repente, a sentirme completamente fuera de mí. Las cosas no marchaban...Ahora llegaba tarde. Lo cierto es que la puntualidad no es un aliciente cuando uno está al borde de la muerte por aburrimiento.

Escaleras arriba. Mis compañeros ya estaban en mangas de camisa. Cuarta planta, puerta de acceso. Cruzo. "Habla con Altman". Alguien diciéndome algo. Faltan unos metros hasta el despacho. Intento hacerme entrar, me quito la chaqueta, entra Altman.

-¿Dónde estabas? -responder no creo que valga de mucho. Sigue. -O mejor, ¿te has vuelto loco? La ciudad entera está pendiente de lo que ocurra hoy en Rose Hills, y tú llegas tarde.

-Lo siento, Alt, sencillamente tengo un mal día.

-Maldito juntaletras.

-De verás que lo siento. Mira, déjalo en mis manos. Te prometo un buen trabajo... -Media vuelta y portazo.

Ochenta y seis minutos para la rueda de prensa. Eso decía mi agenda. Ni siquiera sabía de qué iría el rollo. ¡Mierda de ciudad! LA-CA-USA: calor, lindos chanchullos, nada para mí. Si Auggie estuviera aquí, le compraría un cigarrillo de cien dólares ahora mismo. Lo necesito.



lunes, 4 de agosto de 2008

Quiero la cabeza de Alfredo García

La maravillosa vileza de Peckinpah

Es difícil encontrar, en la historia del cine, un elenco de personajes tan perversos, tan desalmados, envuelto en una historia más sórdida. Y es que todo arranca con un "tráiganme la cabeza" que vale un millón de dólares; evidentemente, es un deseo que la mayoría querrán satisfacer.

Será un veterano de la supervivencia, el gringo Bennie, encarnado por un espectacular Warren Oates, quien llevará las riendas en la búsqueda de Alfredo García -de su cabeza, porque el resto no importa-. El personaje de Oates es tan gris como el que más, pero humano sin duda. Continúa aguantando, con su piano y su botella, en un México que invita a llevar siempre puestas esas oscuras gafas de sol suyas. Un hombre atrapado, ansioso de encontrar algo que poder buscar y, sobre todo, enajenado por una belleza mexicana, tal vez su único alivio. Pero el momento ha llegado: mucho dinero -dinero fácil- para empezar una nueva vida: y encontrará una narración rabiosa.

Viaje de ida: la asquerosa carretera, la chica de la que está enamorado, problemas. Estalla toda la crueldad posible incluso antes de haber comenzado la acción. Viaje de vuelta: más violencia incontenible. Muerte, muerte, muerte. Mexicanos, gringos, inocentes. Y Alfredo García y su cabeza. La cabeza que sobrevuelan las moscas en el asiento del coche de Bennie. ¿Valió la pena? Bennie traga más polvo, más sangre. Los recuerdos, dolorosos; el presente, terrible. Por algún lado habrá que salir de ésta...

Pisándole los talones a "Grupo salvaje", "Quiero la cabeza..." es la más escandalosa película de Sam Peckinpah. Un buen ritmo, quizá de cierto desasosiego, quizá rozando el absurdo en algún momento. El resultado es delicioso. Recomiendo que se vea en versión original, por el continuo baile del español al inglés: así el ambiente queda más embebido, si cabe, de la magia diabólica del director californiano, el maestro que martillea celuloide contra el asfalto para conseguir joyas como ésta.


Ficha técnica:
TITULO ORIGINAL: Bring Me the Head of Alfredo Garcia
AÑO: 1974
DURACIÓN: 112 min.
PAÍS: EE.UU.
DIRECTOR: Sam Peckinpah
GUIÓN: Gordon Dawson & Sam Peckinpah
MÚSICA: Jerry Fielding
FOTOGRAFÍA: Alex Phillips
REPARTO: Warren Oates, Isela Vega, Gig Young, Kris Kristofferson, Robert Webber, Helmut Dantine, Emilio Fenández
PRODUCTORA: Metro-Goldwyn-Mayer

viernes, 1 de agosto de 2008

Hollywood, vista por Raymond Chandler


"Es asombroso lo que puede hacer Hollywood con un don nadie. Es capaz de convertir en una deslumbrante vampiresa a una vulgar mujerzuela que sólo sirve para plancharle las camisas a un camionero. Un mozalbete hiperdesarrollado, que parecía destinado a acudir todos los días al tajo con la tartera, se transforma en un héroe varonil, de mirada radiante y sonrisa resplandeciente. Una camarera de Texas, con la cultura de un personaje de historieta, se convierte en una cortesana de fama mundial, casada seis veces con seis millonarios, y acaba tan hastiada y decadente que lo único que le parece emocionante es seducir a un mozo de cuerda con la camiseta bien sudada. Y por control remoto, es incluso capaz de coger a un pobre paleto sinvergüenza y convertirlo en cuestión de meses en el asesino del picahielos, elevando su mal carácter natural al nivel del sadismo clásico del asesino en serie."

La hermana pequeña, Raymond Chandler.

1949