Café, conversación...

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domingo, 28 de febrero de 2010

Peggy Sue

(Para leer con la siguiente canción como fondo musical)



-Dichosos los ojos, Maldonado. ¡Pero si es martes!
-Es que tengo una mala pata, Jose. Estaba tocando la guitarra, y se me ha partido la segunda cuerda. He tenido que venir al centro a comprar otra.
-No sabía que supieras tocar. ¿Quieres una cerveza?
-Sí, claro. Y no sé.
-Me dirás, entonces.
-Nada, cuatro acordes. Lo que aprendí en misa, cuando era un enano. Había un chico en el coro de la parroquia, mayor que yo, que me enseñó la tira de cosas. Era un tío curioso. Se daba un aire a Buddy Holly, con sus gafas, y siempre haciendo el idiota. ¡Por Dios! En la iglesia, imaginatelo. Sabía haber un montón de sonidos raros con la guitarra. Una guitarra negra. Llevaba la voz cantante, y todos queríamos que nos prestara atención y nos ayudara con las posiciones.
-¿Qué posiciones?
-Los acordes, Jose. Las posiciones de los dedos.
-Ah, bueno. Yo es que de instrumentos, cero. Claro que, como dijo aquel, yo he sido camarero toda mi vida.
-Ya veo.

1 comentario:

Neurax dijo...

Y alguno fue cocinero antes que fraile....