Café, conversación...

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sábado, 12 de diciembre de 2009

El cuarto poder


"Sin ir más lejos, en una ocasión Jakes fue enviado a informar acerca de una revolución que se había producido en una de las capitales balcánicas. Se quedó dormido en el coche-cama, se pasó de estación, no se enteró de su error, salió, se fue directamente al hotel, y mandó por cable una crónica de diez folios sobre las barricadas, las iglesias en llamas, las ametralladoras que respondían como un eco al tecleo de su máquina de escribir, mientras un niño yacía muerto, como una muñeca rota, al pie de la ventana de su habitación... Bueno, ya sabe.

En la redacción se quedaron bagtante sorprendidos al ver una crónica así procedente del país vecino al de la revolución, pero confiaban plenamente en Jakes y seis periódicos nacionales sacaron la noticia en primera y a toda plana. Ese mismo día todos los enviados especiales que estaban en Europa fueron advertidos de la nueva revolución. Se presentaron a montones. Aparentemete todo estaba tranquilo, pero se jugaban el empleo si ellos contaban que no ocurría nada mientras Jakes seguía enviando sus diez folios diarios llenos de sangre y estruendo, de modo que se hicieron eco de sus crónicas. Bajó el precio del papel del Estado, hubo pánico en la bolsa, se declaró el estado de emergencia, el ejército fue movilizado, la gente empezó a pasar hambre, hubo amotinamientos, y menos de una semana después se produjo en ese país una auténtica revolución, tal como había estado diciendo Jakes. ¿Todavía duda de que la prensa es el cuarto poder?".


¡Noticia bomba!, de Evelyn Waugh. 1938

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah! la prensa!... tan bella y tormentosa...

Küsse!!

Auggie Wren dijo...

Muy buenas!

Bella sí que es, a pesar de todas las contradicciones...

Sláinte.