
Café, conversación...

jueves, 28 de enero de 2010
Un mal día para el pez plátano

miércoles, 27 de enero de 2010
"Werewolves Of London" – Warren Zevon
I saw a werewolf with a Chinese menu in his hand
walkin through the streets of Soho in the rain.
He was lookin for the place called Lee Ho Fooks, gonna get a big dish of beef chow mein.
Chorus:
Aaahoo, werewolves of London
Aaahoo(2x)
Ya hear him howlin around your kitchen door, ya better not let him in.
Little old lady got mutilated late last night, werewolves of London again.
Chorus 2x
He's the hairy, hairy gent, who ran amok in Kent.
Lately he's been overheard in Mayfair.
You better stay away from him, he'll rip your lungs out Jim.
Huh, I'd like to meet his tailor.
Chorus 2x
Well, I saw Lon Chaney walkin with the queen, doing the werewolves of London.
I saw Lon Chaney Jr. walkin with the queen, doin the werewolves of London
I saw a werewolf drinkin a pina colada at Trader Vic's
And his hair was perfect.
ahhhooooo, werewolves of London
Draw blood
lunes, 25 de enero de 2010
Clio granate, 26

miércoles, 20 de enero de 2010
Polidáctilo, 33

sábado, 16 de enero de 2010
Juguetes

Dinosaurios, animales de granja y monstruos de mil colores. Muñecos articulados representando héroes anónimos o legendarios, metidos en sus cajas de plástico o cartón. Coches grandes, y otros pequeños que, tras ser arrastrados sobre el suelo, cogen cuerda, hasta ser capaces de batir los mayores récords de velocidad. Hay también combas verdes y rosas, yoyoes azules y tirachinas.
Tal vez no comprenda nada sobre el devenir de los tiempos. Para mí es incomprensible cómo un niño puede pasar por delante de estas joyas, expuestas en tan deliciosos museos, y dejar de sentir el vivo deseo de partir hacia mil aventuras, llevando en la mano al Capitán América o un a Mortadelo de goma.
Supongo que es ya es tarde para dar vida a todos esos supervivientes. A falta de imaginación infantil que los haga formar parte de un mundo de épicos rescates, combates toscos y persecuciones que eluden las leyes físicas, el Sol irá poco a poco llevándose el color de los ancianos juguetes.
domingo, 10 de enero de 2010
jueves, 7 de enero de 2010
Suerte que tiene uno

Puesto que han accedido a invitarme a esta hermosa copa de whisky, les contaré la historia tal como ocurrió. Cuando Steve entró en el bar, yo salía de los aseos. Estaba justo allí, junto a aquella ventana, por eso lo comprendí todo enseguida.
Por supuesto, todos los de aquí conocíamos a Steve. Había sido grande cuando era más joven. Tocaba el clarinete en una banda, y era realmente bueno. Dieron conciertos por el país entero durante años, pasando largas temporadas en ciudades grandes, y después volvió a casa. La fama le trajo la compañía de Marjorie, una linda muchacha de Colorado. Y aquello fue lo que le desquició. Pasados unos meses desde su regreso, el asunto con Marjorie se hizo migas, y también el pobre Steve. La chica desapareció -tal vez se volviera a su tierra- y el antiguo clarinetista empezó a venir aquí, a este mismo bar, cada tarde. Se sentaba en la barra y bebía bourbon. Luego, cuando estaba bien borracho, se marchaba. Daba largos paseos, y a veces montaba bronca en la calle. Las mañanas las pasaba encerrado en casa, supongo que escribiendo todas esas cosas horribles que sacaron los periódicos.
Aquí todos sabíamos estas cosas, pero por alguna razón, nunca ninguno de nosotros intentó hablar con él, o echarle un cable. Muchos les contarán que yo era amigo suyo, porque solamente así se explica que aquel día no me disparase a mí también. Pero es mentira. Dios sabe que nunca moví un dedo por él. Cada cual tenemos nuestros problemas, pensaba entonces, y los de aquel amargado no me importaban una mierda.
Lo extraño es precisamente eso, que a pesar de que yo le trataba exactamente igual que los demás, a mí no me disparó. Jimmy también sobrevivió, pero él se llevó cuatro balazos. Sin mediar palabra, como todos los demás. Siete personas muertas, y un herido que pasó tres meses ingresado en un sanatorio. Entró y empezó a disparar, sin más. Yo me quedé paralizado, como esperando mi turno, y cuando al fin llegó, Steve me miró, bajó la pistola y se largó por donde había venido. Es para estar agredecido al Señor, ¿no, amigo?
domingo, 3 de enero de 2010
Propósito de enmienda
"A man must have a code"

Queridos clientes,
Como bien dice el compadre Bunk, todo hombre debe tener su propias señas de identidad. Sus principios, irrenunciables. En definitiva, su particular forma de ser. Ya estamos en el tercer día del nuevo año, y supongo que os habrá dado tiempo para observar que de todas esas cosas que queréis quitaros de encima en 2010, un buen puñado de ellas forman parte de vuestro carácter. Por supuesto que sois libres para despellejaros los pulpejos a fin de deshaceros de vuestras huellas dactilares. Pero si alguien me pide opinión, o si puedo aconsejar a un amigo, me reitero en lo arriba consignado: pensad bien si no estáis deseando cometer una traición contra vosotros mismos. Apuntarse al gimnasio está bien, y también la consabida idea de aprender inglés, pero sé de buena tinta que muchas veces pretendemos cambios del todo inasumibles.
¡Feliz Año!
viernes, 1 de enero de 2010
Tradiciones y Salinger
