
Café, conversación...

jueves, 30 de octubre de 2008
Hay rubias y rubias

miércoles, 29 de octubre de 2008
Putas, alcohol y libertad

Nos veía la cara de resentimientos mientras le conducíamos a algún olivar en las afueras del pueblo donde le habíamos capturado, en la provincia de Granada. Era verano del 37 y el Sol apretaba aunque fuera de noche. De Robledo solo sabía que se había cargado a varios de mis compañeros pero nunca le había visto actuar. Borracho, bajito, de mirada hundida, extremidades arqueadas y piel morena; me costaba pensar que alguien así pudiera sostener un fusil.
Era tan enclenque que en mitad del camino se cayó. Fúnez, el hombre cuyo trabajo era vigilarnos, no pudo reprimirse y se lió a patadas con ese despojo. De ahí pasó a puñetazos, lapos y posteriormente cortes con su navaja. Estaba dispuesto a matarlo ahí mismo y a todos nos parecía bien. Odiábamos a los nacionales tanto como a nuestro comisario político. También nos odiábamos entre nosotros. En general odiábamos todo.
En un clímax de sadismo, Fúnez cortó la mordaza de Robledo para escucharle gritar. Estoy seguro de que se le ponía dura cuando escuchaba sus gemidos. Y fue un error. Porque aquel carlista hijo de puta aprovechó que podía hablar para convencernos de que debíamos indultarle. Sus argumentos eran de peso; la promesa de putas, dinero y libertad si le seguíamos.
Excepto Fúnez, nadie tuvo reparos en unirse a la causa de aquel tipo; mucho más justa, apetecible y realista que la de los republicanos o los nacionales. Ante las críticas de nuestro comisario político, evitamos gastar balas. Le hundimos la cara en el barro hasta ahogarlo y nos aseguramos de que moría cuando después de seccionarle las orejas y quitarle todo lo que llevaba encima no se quejó.
Cinco minutos después desertábamos dos republicanos y un nacional para luchar por el valor más supremo; el interés propio.
martes, 28 de octubre de 2008
La prueba de fuego
sábado, 25 de octubre de 2008
Cuando el antro sagrado cierra

miércoles, 22 de octubre de 2008
En cada bar...

martes, 21 de octubre de 2008
Esto lo ve el Papa y se caga en Dios

Chambers alega además que ante toda la muerte y destrucción provocada por el demandado, éste no ha mostrado ni compasión ni remordimiento y, dado que su historia pasada demuestra que sus amenazas terroríficas son creíbles, solicitó al juez que lo sometiera a un proceso judicial, no sin antes pedirle que le haga un requerimiento permanente para que cese en sus acciones destructivas y sus amenazas terroríficas. El senador, al no poder localizar al Altísimo en persona, citó en su demanda a varios representantes de diversas religiones, "gentes que reconocen ser agentes del demandado y hablan en su representación".
Pero claro, ya sabemos todos el dicho: "A grandes males, grandes remedios". Porque, aunque un tonto entonta a cientos si le dan lugar y tiempo, no hay tonto al que no se pueda vencer si juegas con sus mismas reglas. Así que, confiando en esa perversión de la justicia que los hombres hemos venido a llamar ley, se han seguido los procesos judiciales pertinentes, y el resultado ha sido, cuando menos, curioso: la demanda ha sido desestimada porque... Dios no tiene dirección. Y por lo tanto, ha sido imposible hacerle entrega de la notificación. Por lo menos, esa ha sido la explicación que se ha dado, aunque en la mente de alguno ya se estará formando la imagen de cuatro angelotes con sus alas y demás parafernalia celestial, armados de lanzas divinas, arpas, puños americanos y bátes de béisbol llevando a Ernie Chambers hasta un agujero en medio del desierto y advirtiéndole de que el encuentro con su jefe podría estar más próximo de lo que el alegre senador imaginaba. En fin, para comer cerillas, sí, pero al menos una sonrisa sí consigue arrancar todo el asunto.
lunes, 20 de octubre de 2008
Un Ruso Blanco, o uno de esos que bebe el Nota

viernes, 17 de octubre de 2008
"Novato...

martes, 14 de octubre de 2008
El actor II (Una historia de Hollywood)

sábado, 11 de octubre de 2008
Caperucita en Manhattan, de Carmen Martín Gaite

Era una de esas crisis lectoras. Ya se sabe: acabas de leer un buen libro, y todavía no has pensado cuál va a ser el siguiente. Y de repente ninguno te gusta. Los que son tus autores favoritos parece que ya no tienen buenos libros, y cualquiera que coges no lo aguantas ni cuarenta hojas. Pasan las horas, los días y quieres leer algo, pero no sabes qué. Entonces, en un momento de búsqueda, miras detrás de esa fila de libros que nunca tocas, y detrás encuentras un título que te llama la atención: "Caperucita en Manhattan". Y empiezas a leer. Y descubres que te encanta.
miércoles, 8 de octubre de 2008
La triste historia del Miguelín

domingo, 5 de octubre de 2008
El actor (Una historia de Hollywood)

viernes, 3 de octubre de 2008
Joe Pesci: un chico listo

"I'm funny how? Like a clown?
I'm here to amuse you?"
Joe Pesci como Tommy DeVito
en "Uno de los nuestros".
Pequeñito, con muy mala leche, y capaz de mandar al infierno hasta al mismísimo diablo. Joe Pesci pasará a la historia como matón y gángster, con las que fueron sus mejores interpretaciones.
Le vi por primera vez en "Solo en casa", con ese papel de ladrón bajito, que se quema con el pomo de la puerta y que conserva la marca en la segunda entrega de la saga.
La joya de la corona está compuesta de dos piedras preciosas, las de Scorsese. Por "Uno de los nuestros" recibió el Oscar al mejor actor de reparto, y estuvo nominado al Globo de Oro. Escenas mil veces recordadas como: ¿Te parezco gracioso? / ¿Pero no te dije que te fueras a joder a tu madre? / ¿Quieres un ala? Aquí hay un ala. / Verás mamá, veníamos para acá y hemos atropellado a...¿cómo se llama? Un ciervo, sí, y claro...no querrías verlo, es muy desagradable.
Luego llegó "Casino", con esa "voz en off" que me encanta, la de un mafioso perverso y chulo. Imprescindibles documentos sobre cómo se las gastan los italoamericanos del tío Martin. Siempre que mis colegas y yo bromeamos sobre la genial idea de convertirnos en mafiosos, procuro adelantarme a todos para exclamar "yo me pido a Joe Pesci". En fin, ya saben, hay muchos agujeros cavados en el desierto de, y muchos problemas enterrados en ellos. Porque lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. Espero que nunca se cruce en su camino ninguno como Joe.
Aquí quedan dos vídeos de su canción "Wise Guy". El primero es el musical, y el segundo es una recopilación de sus mejores tantos en el cine.
Filmografía:
El Buen Pastor (2007)
Arma letal 4(1998)
Ir de pesca (1997)
Dos chiflados en remojo (1997)
8 Cabezas (1997)
Casino (1995)
Un intruso en Harvard (1994)
Jimmy Hollywood (1994)
Una historia del Bronx (1993)
Arma letal III (1992)
Solo en casa 2: perdido en New York (1992)
El ojo público (1992)
Mi primo Vinny (1992)
JFK: caso abierto (1991)
El súper (1991)
La boda de Betsy (1990)
Uno de los nuestros (1990)
Solo en casa (1990)
Boda pasada por agua (1990)
Arma letal 2 (1989)
Camino de retorno (1989)
Moonwalker (1988)
Bala blindada (1987)
Arma letal (1987)
Chicos listos (1986)
Erase una vez en América (1984)
Quien tiene una suegra tiene un tesoro (1983)
Eureka (1981)
Toro salvaje (1980)