Café, conversación...

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viernes, 22 de agosto de 2008

Hollywood, contado por Charles Bukowski


"Francine y Jack y muchas otras personas volvieron a sus roulottes. Yo detestaba las largas demoras entre una toma y otra. Las películas costaban una gran cantidad de dinero porque la mayor parte del tiempo nadie hacía nada más que esperar y esperar y esperar. Hasta que esto no estuviese listo y aquello no estuviese listo y la peluquera acabase de mear y el consejero técnico hubiese dado su consejo, no pasaba nada. Todo era una paja deliberada, un sueldo para esto y un sueldo para aquello, y había sólo un hombre que estaba autorizado a poner un enchufe en la pared, y el técnico de sonido estaba cabreado con el ayudante de dirección, y luego los actores no se sentían bien porque así es como se supone que deben sentirse los actores, y así sucesivamente. Era todo malgastar, malgastar, malgastar. Incluso en esta película con un presupuesto extremadamente bajo, me daban ganas de gritarles: YA ESTÁ BIEN, ¡ACABAD CON TODA ESTA MIERDA! ¡AQUÍ NO HAY NADA QUE SE PUEDA HACER EN DIEZ MINUTOS Y VOSOTROS HABÉIS ESTADO HORAS HACIENDO EL TONTO!
No tenía cojones para decirlo. Yo sólo era el escritor. Un gasto menor."
Hollywood, Charles Bukowski
1989

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El cine es verdad que mueve mucho dinero, decorados, técnicos, actores, que vete tú a saber lo que cobran...

También yo me sentiría fuera de lugar.

Auggie Wren dijo...

Como para no, Capitana. Yo he estado en la grabación de un corto de un amigo que estudia (estudiaba, ya terminó) un módulo de "Comunicación audiovisual". Pues bien, en toda la tarde, las cámaras no estuvieron en marcha más de tres cuartos de hora, y de ese material sólo se aprovechaban CUATRO MINUTOS para un corto de unos 15 minutos. Y esa gente eran estudiantes, así que no me quiero imaginar lo que se tienen que tocar las narices la mayoría de profesionales cuando graban las películas.

Poesia dijo...

jeejej, me ha encantado el texto.
un saludo