Café, conversación...

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lunes, 14 de septiembre de 2009

Mezclar churras con merinas


Leo en "El Mundo" algo que hace que me pare a pensar un momento. Un detalle curioso, de esos que de vez en cuando nos ofrece la prensa (poco libre) de este país. Es sobre la manifestación de el sábado a favor de los presos de ETA que tuvo lugar en San Sebastián, Donosti para los amigos. No, no voy a entrar al trapo en ese tema. Y no porque no tenga ganas, o porque carezca de opinión, sino porque no hay espacio, ya habrá otras entradas. El caso es que leyendo el artículo (en el que, por cierto, se calificaba una manifestación a favor de terroristas como "dentro de la legalidad y con normalidad", alguien que me lo explique, por favor) llego a un recuento de las banderas que portaban los manifestantes: una ekurriña gigante (ya me extrañaría que sólo fuera una), una bandera de Navarra y, aquí está la sorpresa, una bandera gay.

¿Qué quiere decir exactamente esto? Si es que quieren decir algo, claro. Porque lo más seguro es que, como pasa siempre, hayan optado por sacar a la calle todos los símbolos que han podido reunir, tengan o no relación. De hecho, no me extrañaría que alguno acudiera con la bufanda de la Real.

Y aunque me ha llamado la atención, en el fondo no es algo nuevo. Pasa siempre, en todas partes y con todo tipo de símbolos, esto de mezclar la velocidad con el tocino. Es el mismo razonamiento (por llamarlo de alguna manera) que hace que la gente acuda a una concentración por la paz llevando banderas republicanas y a un partido del Real Madrid con el águila imperial bajo el brazo, o que se presente en la concentración del primero de Mayo con pancartas de "No a la guerra" (cómo si sólo hubiera una, fíjate) o salga a la calle el día del orgullo gay con cueros, correas y la tricolor ondeando en el mástil.

Asociaciones mentales estúpidas, que algunos ven como lo más normal. Son estas estupideces las que hacen que, mientras que Obama luce un pin con la bandera de EE.UU. en la solapa del traje cada vez que hace acto de presencia, nuestro presidente no pueda (ni quiera, sea del partido que sea) hacer lo mismo, bajo la amenaza de ser tildado de facha, esa palabra que le llena la boca al que la pronuncia sin que en la mayoría de los casos tenga ni idea de lo que significa. Es la misma estupidez que hace que la bandera o el himno se conviertan, como todas las cosas importantes, en votos, papeles dentro de una urna. Y mientras esto sea así, nada va a cambiar, porque cuando algo puede ser convertido en votos, ya se encargarán los políticos de que siga la pelota, y la gente de seguirla. En fin, es lo que hay en un país que, a pesar de contar con una larga tradición de pastoreo, sigue mezclando churras con merinas.

4 comentarios:

Duncan de Gross dijo...

Pues si Mr.Wren, y tienes toda la razón en tu planteamiento, pero el mal ya esta hecho desde hace mucho tiempo y ya no hay cura para ello. Fijate en una anécdota que te voy a comentar, de la que me he hecho eco en otro blog: A mi, por criticar la guerra de Afganistán, y la posición del actual gobierno respecto a la misma, me han llamado facha, en mi cara, estado yo en las Kuriles de ser, ni de cerca, de tal ralea o clase. Y lo peor es que han sido personas de "izquierdas", de puño cerrado y camisa de pana y buen sueldo los que se han atrevido, y de banderas rojas el 1 de Mayo, ya que según ellos: "La guerra de Afganistán es legal, al tener el apoyo de la ONU...". Es la incoherencia amasada con ignorancia y servida muy caliente, mientras se le da al populacho mucho fútbol y se enmascara realidades. Curiosamente, las mismas personas que defienden que, Obama, es de izquierdas y se quedan tan panchos...

Fonseca dijo...

Auggie, Donosti te está sentando de puta madre. Cada día escribes mejor...


Fonseca

Auggie Wren dijo...

Gracias Fonseca, aunque creo que la verdad es que cada vez escribo menos...

Sláinte.

La Pequeña Candi dijo...

Olé.
Un saludo!