Café, conversación...

Café, conversación...

sábado, 28 de febrero de 2009

Escrito bajo la piel

"- Mírelos. Tan civilizados dentro de lo que cabe, mientras no les cueste demasiado esfuerzo. Pidiendo las cosas por favor, quienes todavía lo hacen... Métalos en un cuarto cerrado, prívelos de lo imprescindible, y los verá destrozarse entre sí.
Markovic los miraba también. Convencido.
- Lo he visto -asintió-. Por un trozo de pan, o un cigarrillo. Y no digamos por seguir con vida.
- Por eso sabe, como yo, que cuando el desastre devuelve al hombre al caos del que procede, todo ese civilizado barniz salta en pedazos, y otra vez es lo que era, o lo que ha sido siempre: un riguroso hijo de puta."
El pintor de batallas, Arturo Pérez-Reverte.

2 comentarios:

Laura dijo...

Pues si.

Irene dijo...

No sé si yo lo definiría como un 'riguroso hijo de puta'.
Más bien es que sale a la luz el espíritu de supervivencia animal.
No tenemos la culpa, lo llevamos en los genes...